Me llamo Ramón y tengo 44 años. Llevo 22 años conviviendo con la esquizofrenia. En la foto me podéis ver caminando sobre un camino en medio de la naturaleza en un día soleado. Como veis llevo una mochila. Esa mochila simboliza mi pasado. Tras una juventud de muy mala vida un día me rompí por dentro. Pensaba que ir al médico era de débiles, aún así busqué soluciones entre curanderos y la iglesia. No funcionó y finalmente tuve que pedir ayuda médica. Me tuvieron que ingresar. Quería trabajar para que la sociedad pensase que estaba bien. Acabé trabajando en varios sitios pese a no estar bien y dejé la medición porque me sentía bien, aunque no lo estaba. Entonces vino la recaída y un nuevo ingreso. Después de varias pruebas me aciertan con la medicación y estoy estable, aunque hay muchas cosas que aún no puedo hacer con normalidad.
Esto es lo que llevo en mi mochila. La llevo con dignidad por el camino de la vida y el bastón que llevo en la mano simboliza los apoyos que tengo, como mi gente, mis amigos y Prisma. Se que aún me queda un largo camino, pero no tengo miedo recorrerlo.