Me llamo Jose Manuel y tengo 40 años. Con 18 años me alisté en el ejército español. Con 20 años me voy de servicio a la guerra de Irak. Allí voy en una misión humanitaria, pero me enfrento a la dura realidad de la guerra cara a cara. Ya no estaba viendo una guerra en una película o en un telediario. Allí vi y viví cosas muy duras que me impactaron mucho. Yo creía que iba a ayudar a gente y me vi, varias veces, en combate. Esta situación me llevó a una situación dificil debido al gran estrés sufrido. Empiezo a sentir mucha ansiedad y a tener delirios y alucinaciones, pero me lo guardo para mí. El ejercito se retira de Irak y vuelvo a casa.
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Ya no era el mismo desde que volví de Irak. Me despertaba a mitad de la noche por las pesadillas y creía que me perseguían. No le di importancia y seguía guardándome esta situación para mí. Así estuve 13 años. La situación llegó a un punto límite y ya me ingresan y diagnostican de esquizofrenia paranoide.
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Ser consciente de que tengo esta enfermedad es un golpe brutal. Mi vida cambia por completo. No me lo quería creer. Me encierro en casa, sigo teniendo delirios y problemas para dormir. Esta situación es la que pretendo contar en la foto con la tormenta que sostengo en una mano.
Pese a todo he conseguido estar mejor y salir poco a poco de este infierno gracias a la medicación, al apoyo de mi familia y del doctor que me atendió. Desde hace unos meses acudo al programa Prisma y siento que gracias al trabajo que hacemos allí y al grupo de amigos que he hecho he mejorado mucho. Esto es el sol que sostengo en la otra mano de la fotografía.
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He aprendido que para salir de la tormenta y que brille el sol es importante estar bien acompañado y centrase en las cosas bonitas de la vida.