Me retiran unas pastillas de la epilepsia y a partir de aquí, entro 24 horas en crisis, padecía insomnio y siempre estaba en el hospital. Como padezco epilepsia pensaba que lo que me pasaba era por esto. Llega un momento que yo misma empiezo a sospechar que no solo era epilepsia, sino también sufría ansiedad.  Tenía pensamientos de querer morirme, sufría ansiedad, ataques de pánico y fobia.

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Estuve más de 15 años sin salir de casa a causa de la agorafobia sin tener diagnóstico. Fue muy duro porque además el ambiente en casa no ayudaba, estuve de la cama al sofá y del sofá a la cama, me sentía incapaz y no tenía fuerzas para nada.

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La situación en casa se fue complicando y yo cada vez me sentía más sola. Llego un momento en que quise hacer una locura y esto fue lo que me hizo darme cuenta de que necesitaba ayuda. Contacté con Rosa y Elena, ambas trabajadoras sociales y me ayudaron a salir de esta situación con ayuda de una unidad móvil de salud mental.

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Hace tres años, empecé a salir poco a poco de casa con la ayuda de los profesionales, me sentía arropada y con más fuerzas para seguir hacia adelante. Pilar, psicóloga de SASEM me da el empujón para salir sola de casa, fue y es una figura muy importante en mi proceso.

El psiquiatra me habló de PRISMA, tenía dudas porque no sabía si iba a aguantar 3 horas fuera de casa. Finalmente, he conseguido avanzar muchísimo. Prisma me ha dado vida y me acompaña cada día en mi proceso.

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Con esta foto, quiero transmitir que tras todo lo que he pasado, he conseguido sentirme bien, independiente y hacer un sueño realidad, que era salir de casa SOLA.